Cuando escribo…
Silencio las lágrimas de mis párpados
y rodeo mi cintura con aire de marfil.
Descubro versos en textos olvidados
y bailo con las sombras de tu jardín.
Cuando escribo…
Doy tregua a mis zapatos de tacón
y acaricio los labios del mañana.
Llamo en un suspiro al ladrón de sueños
y de rodillas me acino en tu ventana.
Cuando escribo…
Pienso por qué a veces tardo tanto en hacerlo.
Por qué descuido las letras que habitan en mí.
Quizás la confianza de que un ayer fue mejor,
no dejan que salgan a pasear sin ti.
Cuando escribo…
Me duele pensar en ti,
me duele quererte así,
de lejos y de puntillas,
con un sabor amargo regaliz.
Cuando escribo…
Las gaviotas divierten a mi madre,
las hojas traviesas danzan con las nubes.
El cielo se hace más azul con la risa de mi padre
y el aire huele a primavera anticipada.
Cuando escribo…
Las dudas se acrecientan,
me pierdo en el silencio de este mundo sordo.
No entiendo la vida,
ni la forma que tienen de vivirla las personas.
Y es que cuando escribo…
Soy más yo.