Ahora parece estar de moda ir por la vida sin tener expectativas. Empiezas una relación y «no tengas expectativas». Empiezas un trabajo nuevo y «no tengas expectativas». Te propones aprender a cocinar comida tailandesa…y «no tengas expectativas». Porque los nuevos gurús del alma, aseguran que tener expectativas es el camino al fracaso.
Yo debo no estar a la moda o ser de otro planeta porque yo SI TENGO EXPECTATIVAS, en todos los ámbitos de mi vida. ¿Qué significa tener expectativas? Para mi significa poner todas tus ganas en algo, esperando unos resultados positivos. Que eso por lo que has luchado o te has decidido hacer, merezca la pena. Si lo sé. Sé lo que estás pensando. ¿Y si no sucede lo que tú esperabas? Si, también lo sé. Se sufre y muchísimo además. Pero ¿quién dijo que esto de vivir era fácil? Para alcanzar la gloria ¿no hay que primero besar la derrota? (y las veces que haga falta). Porque si que es cierto que quizás, es una forma de masoquismo «gratuito» pero también quizás es el camino a la verdadera felicidad.
Tener expectativas no significa que suceda lo que uno quiera tal cual. Que la gente haga lo que tú esperas o tú harías en su lugar. Es mucho más que eso. Es sentir la satisfacción de que aunque no sea como esperabas, ha sido mucho mejor.
Si no ¿qué sentido tendría luchar por lo sueños? O simplemente tenerlos. ¿A caso cuando tienes un sueño no luchas y esperas que se cumpla? ¡¡Eso es tener expectativas!! Y aplaudo a todos esos valientes que lo intentan. Porque ya solo por haberlo intentado lo has conseguido. Has conseguido levantarte del sillón y luchar. Sea cual sea el resultado. A lo mejor tú, eres de esas personas que va por la vida sin esperar nada, sin ilusionarte con las cosas o sin tener expectativas de ningún tipo. Déjame decirte que tienes miedo y así, estás muerto.
El miedo es una elección y solo paraliza nuestros impulsos de deseo y de creer, que cualquier cosa que te propongas puede hacerse realidad y puedes ser TÚ el que la protagonice como si de un actor de Hollywood se tratase.
Lo mismo pienso de las relaciones sentimentales, de pareja. Cuando me dicen «No debe importarte mi pasado. Yo no te conocía». Creo que eso está tremendamente sobrevalorado. Perdona cariño pero a mi si me importa Y MUCHO. El pasado por mucho pasado que quieras que sea, es lo que te ha forjado como persona y cada uno de nosotros estamos hechos de experiencias. Ni más ni menos. No me refiero a que voy a sentarte en una silla, voy a ponerme el atuendo de juez y en función a tu declaración voy a juzgarte. ¡NO!. Pero cuando tienes una relación con alguien, cuando te enamoras, el pasado importa. A mi si me importa que mi pareja haya sido con todas igual. Haya dicho, hecho y llevado a todas las personas con las que ha estado a los mismos sitios que hoy me lleva a mi. A mi si me importa que con todas haya tenido los mismos sueños, las mismas intenciones. Que cuando estuviese en modo «soltero de oro» pudiese regalarle las sábanas a cualquiera y lo peor ¡¡le gustase cualquiera!!. Porque al final ¿qué tengo yo de especial? ¿qué ha guardado para mí? ¿qué se ha guardado para mí?. El corazón te lo dice, te lo dice a gritos. Que tú quieras escucharlo o no es otra cosa. Pero a veces hay que guardarse esos pequeños tesoros para la persona «perfecta». Si no, el día que llegue, estarás TAN VACÍO que ya no tendrás nada para ella, para él. Y lo más triste de todo…para ti mismo.
Si señores y señoras. Yo SI TENGO EXPECTATIVAS. Tengo expectativas de poder ser para alguien su verdadero amor. Esa mujer que siempre esperó y que sienta en mis besos, en mi risa, en mis ojos y sonrisa….que soy yo. ¿Demasiado romántico para ti quizás? Entonces pierdes el tiempo leyéndome y estás en el blog equivocado.
Tengo expectativas de tener un buen trabajo, de tener un buen sueldo y sentirme realizada al 200% (ojo, que no al 100%). Tengo expectativas de seguir teniendo las grandes amigas que tengo y esas que a veces siento que podrían fallarme, no lo hagan nunca. Tengo expectativas de formar algún día una familia y ser inmensamente feliz bajo unos valores con los que he nacido, me he criado y he madurado hasta ser la mujer que soy. Tengo expectativas de que mi madre y mi padre se sientan orgullosos de mi y de que puedan decir tranquilos «valió la pena». De que mi familia y amigos siempre me apoyen.
Tengo expectativas de que este mundo de locos vuelva a ser un poco más normal. Que la gente deje de tener miedo, que amen sin medida, besen sin control y hagan el amor todos los días sin dolores de cabeza.
Pues si. Lo cómodo es esperar a que las cosas pasen en vez de salir a buscarlas.
Estoy de acuerdo en cuanto a lo que mencionas acerca del tener expectativas. Parece que muchos han elegido no ilusionarse con nada para que la caída duela menos, pero hacer eso es privarse también del increíble sentimiento de alegría que te embarga cuando te embarcas en un nuevo proyecto, sea este un romance o, como bien dices, unas clases de cocina. Prefiero haber disfrutado de la mágica sensación del vuelo y estrellarme, a pasarme la vida cerca de los pájaros sin atreverme a emularlos por un miedo tonto.
En lo que no concuerdo, y espero que no te lo tomes a mal, pues es una opinión y no una crítica, es en que el pasado sea un baremo infalible por el que guiarnos. Por supuesto, si comienzo una relación con alguien es comprensible que desee saberlo todo de esa persona, y sus experiencias vitales son algo esencial ya que lo han formado como individuo y han forjado su actual espíritu, por lo que nunca podría confiar en alguien que hubiera hecho cosas despreciables como maltratar a una pareja, por ejemplo, ni en alguien que hubiera cometido infidelidades ya que soy insegura y necesito saber con certeza que esa persona no me engañará. Pero también es cierto que todos hemos cometido errores, y hay que saber ser empáticos cuando corresponde y calzarnos los zapatos del otro, tratando de imaginar cómo habríamos reaccionado nosotros de haber pasado por las mismas circunstancias. Para desarrollar mejor este punto pondré un ejemplo: Imagina a una persona que desde su temprana infancia ha sido rechazada por sus padres, ya que fue fruto de un embarazo no deseado, a la que han maltratado ya sea física o psicológicamente y de la que se burlaban en el colegio. Esa persona tendrá muchas carencias afectivas, que le llevarán a cometer locuras o estupideces con tal de ser importante para alguien, o de creer que lo es. Tratará de llenar ese vacío con alcohol, con drogas, con sexo, o forjándose una personalidad, más bien un personaje inventado, que es todo lo contrario que su verdadero Yo: seguro, despreocupado, egocéntrico… Y de repente conoce a una persona que le rompe los esquemas, que se atreve a observar en lo más hondo de su ser y descubre al niño inseguro, necesitado de cariño, pero fuerte al fin y al cabo por sobrevivir a todo lo que ha pasado. Creo que lo último que debería tenerse en cuenta es si en el pasado ha hecho cosas de las que no está orgulloso.
Pero en fin, me estoy yendo por las ramas… Creo que es irreal esperar ser el amor más grande de una persona sin ofrecer nada a cambio. Todos o casi todos nos hemos enamorado más de una vez, y es lógico que un nuevo amor te despierte recuerdos o sensaciones que te provocaban los anteriores y que habías enterrado. Por eso el hecho de «decir las mismas cosas», no significa que esa persona esté mintiendo, ni que seas «como cualquiera», pero es perfectamente posible haber sentido algo por alguien que ya no sientes por «x» motivos y que te despierta un nuevo amor. Y jamás significará eso que seas igual, recuerda que si esa otra persona ya no camina junto a él es porque no era la adecuada. Comprendo también el anhelo, la necesidad de ser especial para la otra persona, pero eso hay que trabajarlo día a día, luchar por marcar tú la diferencia con las anteriores, por demostrar que no hay ni habrá mejor elección que tú. En cuanto a lo de «regalarle las sábanas» tampoco estoy de acuerdo. Vivimos en una sociedad llena de tabúes absurdos, y el sexo es uno de ellos. ¿Te das cuenta que vivimos todas las experiencias como algo positivo excepto las sexuales? Admiramos a quien ha viajado mucho, o a quien sabe mucho de algo. Sin embargo, tras la primera experiencia sexual se dice que «PERDEMOS la virginidad», como si fuera algo malo, como si nos faltara algo. Cuando en realidad no se «pierde» nada, sino que se gana una experiencia como en cualquier otro campo, y lo único que importa es haberlo disfrutado verdaderamente, no hacerlo porque todos lo hacen, ni para llenar un vacío o recibir elogíos. El sexo es algo tan natural como el respirar, así que el número de parejas sexuales que haya tenido nuestra actual pareja no debería importar lo más mínimo.
No me alargaré más, o te aburrirás de leerme x) Tu blog tiene contenidos muy interesantes que invitan a la reflexión, y esté más o menos de acuerdo con ellos, te felicito por tus escritos. En especial me ha encantado tu entrada «La mala costumbre», suscribo cada palabra! (Y deduzco por lo de comer animalitos que eres vegetariana, yo soy vegana y me ha hecho mucha ilusión leer eso.)
Saludos,
Lily
Estoy de acuerdo contigo, ya que me dicen que no sea confiada, que ser una enamoradiza… Ya no se lleva. Y donde queda el apostar por cada cosa que queremos conseguir..?
No debemos pasar por la vida a expensas de lo que nos den y por su puesto… Demostremos nuestros sentimientos, pasiones y vivamos plenamente.
Gracias! Soy una persona con muchas expectativas, quizá demasiadas, pero el lunes me presento a mi prueba de acceso a la RESAD para estudiar arte dramático y ser actriz algún día (o eso espero). Esta reflexión me ha dado muchos ánimos para seguir persiguiendo mi sueño, en este momento de gran tensión… ¡Enhorabuena! El blog es maravilloso!