– ¿Qué quieres ser de mayor? 

– Médico, abogado, veterinario, policía, profesora, jugador de fútbol…

¿Alguna vez alguien respondió que quería ser FELIZ? ¿Alguna vez escuchaste a alguien que quisiera ser de mayor otra cosa que no fuese una de las tantas profesiones tipo que evocan al éxito y al fracaso si no eres o eliges o aspiras a alguna de ellas?

A lo mejor la clave estaba en hacer la pregunta correcta.

¿QUIÉN quieres ser de mayor?

– Yo siempre lo tuve claro: nunca quise ser otra persona.

el mejor trabajo del mundo

En el colegio nos enseñaron miles de cosas absurdas y estúpidas que olvidamos con el tiempo. Fórmulas imposibles que intentábamos memorizar y aplicábamos sin saber muy bien para qué demonios nos serviría aquello en algún futuro. Los había más listos que no se torturaban la noche anterior y usaban las chuletas como vía de escape. Nos enseñaron a sumar, a restar, a dividir y a multiplicar. Nos enseñaron de literatura,  de lo importante qué era (y es) la lectura y nos llenaron la cabeza de elementos químicos y físicos que con suerte, cuando pasen los años recordaremos en aquella tabla famosa de nombre periódica. Nos hablaron de Albert Einstein y de William Shakespeare (he tenido que buscar en Google cómo se escribe) y nos iniciaron en el maravilloso mundo de otras lenguas sin ni siquiera dominar la nuestra. Nos enseñaron de todo y nos enseñaron de nada. Porque olvidaron lo más importante.

Olvidaron enseñarnos de valores, de ética, y de amor. Nos enseñaron a escribir «Te quiero» sin hacernos entender la importancia del respeto, la amabilidad y el buen hacer. Olvidaron enseñarnos cómo sanar la envidia, cómo recomponer un corazón roto y cómo creer en uno mismo. Olvidaron enseñarnos cómo ser feliz y aunque eso sea tarea de cada uno, olvidaron al menos ayudarnos. Olvidaron hacernos entender que el éxito no está en lo que uno hace, tiene o consigue. Sino en lo que uno ES. Porque el SER está por encima de cualquier pretensión y de cualquier aspiración banal que hace que por las mañanas vayas en un Mercedes o en un autobús lleno de gente.

Olvidaron enseñarnos a respetar y amar a cualquier especie animal y por el contrario nos hicieron creer que comer animales era lo natural y lo necesario (de esto escribiré en otro post no se alarmen. O sí). Olvidaron educar a nuestra alma y a la voz que muchas veces grita sin sentido. Olvidaron dibujarnos unos ojos amables y a ceder el paso sin importar la espera. Olvidaron enseñarnos a deshacernos del odio. De cuidar de los mayores, de los pequeños y del aire que respiramos, y olvidaron enseñarnos a sentir la magia de cada amanecer y la gracia de cada luna. Olvidaron enseñarnos que la pérdida forma parte de la vida y olvidaron enseñarnos a secarnos la lágrimas con dignidad.

Nos enseñaron que lo importante era participar pero olvidaron decirnos cómo asumir una derrota sin que sonase a fracaso. Nos enseñaron a conjugar los verbos y ni siquiera somos capaces de usar  el más importante con miramiento y honestidad. No nos enseñaron a amar. Al menos, no a amar de verdad.

Nos criaron bajo un consumismo estúpido haciéndonos sentir mediocres si no teníamos más que el de lado. Cuando lo bonito de la vida es ser más con menos y dormir sobre la convicción de que «todo lo que necesito es nada». 

Olvidaron llenar nuestra piel de valor y nos prohibieron cientos de cosas olvidando la más importante: la rendición. Porque cuando uno se rinde todo termina. Y olvidaron enseñarnos a sumar nuestras caídas como parte de un camino que hacía de nosotros un cúmulo de experiencias divididas. De experiencias sabias que determinaron en un momento cualquiera, la estación precisa de nuestro corazón.

Y es que el trabajo más importante del mundo no es ser astronauta, médico o dentista. Ni dedicarte a la limpieza ni a la enseñanza.

El trabajo más importante es SER SIN MIEDO.

el mejor trabajo del mundoSer uno mismo por encima de todo. No doblegar tus pestañas ante nada ni ante nadie y caminar firme sobre unos pasos honestos. Y eso, es terriblemente difícil. Terriblemente sacrificado. No se estudia, ni siquiera viene en los libros. Es un trabajo de contrato indefinido, donde el salario que recibirás a final de mes será la satisfacción de poder mirarte al espejo y decir: «Sigo siendo  yo». Con mis virtudes y mis defectos. Pero sigo siendo yo. Un aprendizaje que no tiene fin. Una grandeza que cuando seas capaz de mirarte a través de unas pupilas desprendidas entenderás la magnitud de lo que supone ser sin miedo. Deja las críticas en un cajón, o quémalas en la noche de San Juan. Quédate con lo bonito y aprende de lo malo. Y qué piensen de ti lo que les venga en gana. Sé tu propio jefe, tu mejor compañero de trabajo y de vida. Márcarte tus horarios, tus descansos y tus vacaciones. Vístete de lo que eres y NO de lo que quieren. 

No se trata de gustar a todo el mundo.

Se trata de respirar haciendo el menor daño posible y mientras tú lo tengas claro ¿qué importa el resto? ¡Nada! Absolutamente nada.

Así que ánimo. Levanta la cabeza y si la agachas alguna vez que sea para admirar lo bonito que son los dedos de tus pies. Sonríe. Sé valiente y nunca pierdas la esperanza. La vida está llena de personas bonitas, de sonrisas elegantes y de manos sinceras. De nubes que te recuerdan quién eres y de una brisa que te susurra en silencio lo mucho que vales y lo mucho que el mundo necesita a personas como tú.

Tienes el mejor trabajo del mundo.

Ahora depende de ti querer cuidarlo.

Querer cuidarte y querer quererte.

 

14 comentarios en “El mejor trabajo del mundo.

  1. my lover…que gustazo siempre poder leerte…gracias a tus palabras siempre te siento cerca aunque nos separen unos cientos de kms…ya sabes que siempre seras y eres una persona especial para mi 🙂

    1. My lover! Qué sorpresa tenerte por aquí. Tú para mí también siempre serás (y eres) alguien inmensamente especial.

      TE ADORO y eso no habrá ni cielo ni kilómetros que lo borre.
      Espero verte pronto.

      Te quiero ❤

  2. Vínculo, conexión, enlace, UNIÓN…
    en cada palabra que escribes, crece mi amor, mi aprecio, mi libertad de sonreírme cuando pienso en mi niña canariona.
    Cada vez que tengo la suerte de regalarle a mi pestañas, el parpadeo de tus palabras, se me enriquece el alma, me gusta la lealtad que nos inspiramos y el suspiro que aprieta mi alma cuando te leo,
    gracias por escribir lo que necesita respirar mi razón, siempre justa en su justa medida
    Gracias panterita!!! ❤

    1. ¡GRACIAS a ti y solo a ti por ser capaz de dibujarme una sonrisa cada vez que te leo! ¡¡ESCRIBES DE MARAVILLA!! y te animo (o te obligo jeje) a que te abras un blog. ¿Nunca lo has pensado? Aquí tienes ya a tu fan number one. En serio….escribes magia y a mí me erizas.

      Te quiero preciosa y gracias por ser parte de este rinconcito ❤

  3. Gracias guapísima. Aquí realmente para mi la has bordado, quizás porque voy totalmente alineado con lo que dices. Se nos enseña a tener para ser… gran error ya que de lo que se trata es de conectar con el ser, estar desarrollándose continuamente como persona… y con un único objetivo… SER FELIZ. así que a por ello caminemos, seamos felices y seamos el cambio que queremos ver en el mundo.
    Un abrazo enorme.

  4. Lo que nos enseñan en las aulas casi nunca podemos aplicarlo en la vida. Mucha gente tarda en darse cuenta de esto pero nunca es tarde porque aunque uno se caiga en el camino, tiene que mirar fijamente al horizonte, sacar fuerzas de donde sea, levantarse y dar un paso al frente. No importa cuántas veces nos caigamos mientras estas caídas sirvan para luchar por ser feliz. ¿Qué quién quiero ser de mayor? La persona que veo cada vez que me miro en el espejo.
    Gran texto, por cierto.
    ¡Saludos!

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