somosCada uno de nosotros es el siempre de otra persona. El siempre te amaré, siempre te querré, siempre te tendré en mis pensamientos por mucho que pase, por mucho que llueva o por mucho que el sol intente secar en vano nuestros recuerdos.

¿Se puede querer a alguien aún no estando a nuestro lado? Claro que sí. Sin lugar a dudas ese quizás sea de los amores más sinceros y puros del mundo. Ese que sin más pretensión de querer lo mejor para la otra persona deja que su vuelo sea libre, honesto y manifiesto. Como si acaso tuviéramos que concederles permiso para ser feliz. Quién soy yo para eso, o quién eres tú. El amor no se da para que te de lo devuelvan. El amor se da sin más. Hay que saber amar y también hay que saber amar el hecho de que te venga de vuelta.

Cada uno de nosotros es el te echo de menos de alguien, esa promesa que se llevó el viento pero que aún late con fuerza en cada luna, en cada nube. Mientras besando la piel de otra persona, recuerdas en silencio lo jodidamente feliz que fuiste con él, con ella. ¿Cuántas personas hay en el mundo que no están con quién verdaderamente quieren estar? ¿Cuántas parejas aceptan a la persona que tienen al lado como pretexto de que no encontrarán a alguien mejor aún habiendo muerto la pasión o habiéndola dejado viviendo en otro cuerpo? Nos alimentamos de nuestros recuerdos más intensos como si acaso eso fuese suficiente. ¿Cuántos amores imposibles, cuántas historias existen a los que muchos pusieron punto y final pero que realmente tildan en puntos y seguidos? Solo los protagonistas de esos verbos, de esos besos y de ese lugar tan maravilloso donde jugaban sin miedo a ser dos siendo dos, lo saben.

Podría resultar un drama que esto nos pasa. Podría resultar un drama vivir pensando en una persona con la que no volveremos a estar jamás. Amar a quién amamos una vez con toda nuestra alma y hoy no poder estar a su lado. Pero si transformamos el dolor en fortuna, cuanto menos, podríamos sentirnos ganadores de la lotería y ser ese uno entre un millón que encontró a esa persona, que la amó y que le regaló lo más bonito del mundo: la capacidad de amar a otro ser humano. 

somos

Tú eres mi vacío,

el deseo de encontrarte de nuevo,

y el beso que partió en dos mi alma.

(Recuerda cuidar bien del trocito que te quedaste. Del trocito que te di para seguir viviendo en ti)

Somos el no quiero volver a verte, con la boca pequeña, de otra persona. Y ese sentir que jamás hallaremos en ningún otro mapa de lunares mientras hacemos, o nos hacen, el amor.

Somos el ojalá nunca te hubiera conocido, de la persona que nos robó el corazón pero bien que daríamos lo que fuera por dar marcha atrás en el tiempo y hacer las cosas mejor. O al menos intentarlo. Las veces que hiciera falta.

Cuando encuentras a esa persona, lo sabes.

Cuando te fundes en su abrazo, lo sabes.

Y cuando sabes que jamás y nunca volverás a sentir algo igual, también.

Podría resultar la parte más extrema de un romanticismo atípico, de cuento de Disney o cuento chino. Pero ¿qué sería del amor sin esa magia? ¿Qué sería del amor sin esa chispa romántica que nos abriga en una pasión inconfundible donde nada más importa? Porque sí, porque cuando amamos desde la pasión y con zapatos de romanticismo el precio que pagamos cuando esas historias se acaban es muy alto. Enormemente doloroso. Pero merece la pena. Y al menos yo, volvería a tocar y abrir esa puerta que tanto me dio y tanto me quitó.

Cada uno de nosotros es la silla vacía de otra persona, la mirada nostálgica a un pasado que en cada cumpleaños soplas en deseo de traerlo al presente.

Cada uno de nosotros es la suma de pestañas caídas de otro. La distancia divida en versos que esconden unas ganas que no caben en este universo infinito de aire.

Cada uno de nosotros es esa persona especial que brilla sobre las demás. El ex o la ex que en silencio amamos con toda nuestra alma. Pocos son los que abrazan con valentía el hecho de que el camino no será fácil, y aún habiendo púas que vivirán por siempre en cicatrices, sabrán que cuando el ruido se mimetice, todo habrá merecido la pena.

A veces el amor no es suficiente y a veces el amor no lo es todo. Pero sí que siempre será el pretexto y el motivo y la causa por la que intentarlo, por la que seguir creyendo aunque ya nadie más lo haga por ti. Ni por nosotros.

somos

Todos juzgamos,

nos posicionamos en lo fácil y damos el mejor consejo del mundo. 

Todos creemos saber sentir lo que siente el otro cuando te habla de esa persona a la que tanto echa de menos y a la que tanto quieres. Aún sin entender cómo se puede querer tanto a otra persona.

Todos somos eruditos expertos en esto del querer pero la verdad es que nadie tiene ni puta idea.

Cada uno aguanta sus lágrimas, cada uno aguanta como puede su sentir y cada uno sabe de la soledad que impregna el aire que respira al llegar a casa. 

¿Qué sabe nadie de tu corazón?

¿Qué sabe nadie de eso tan nuestro, tan tuyo, tan mío?

Cada uno de nosotros es la mitad inconexa de un anhelo que pide a gritos ser rescatado. 

24 comentarios en “Somos.

  1. Conozco la sensación de estar roto y sentir que una parte de tu alma se ha ido con otra persona pero no olvides que la otra parte sigue estando contigo, cuidala, haz que crezca y pronto será tan grande como antes.

  2. «El amor no se da para que te de lo devuelvan. El amor se da sin más. Hay que saber amar y también hay que saber amar el hecho de que te venga de vuelta» Gran frase y precioso texto.

  3. Señorita!!! Atrévete y todo eso, díselo que quizá esté intentando encontrarte y oírte precisamente lo que intuye!! Cántale una Boss a Nova..

  4. Cada retal de tu corazón expresado en estos epígrafes, es un auténtico regalo para todo aquel, que sabe apreciar lo maravilloso de abrirse al sentimiento.
    Cada palabra que expresas es como una especie de sacudida a mi yo interior, una conmoción que me deja sumergido en una intensa reflexión.
    Es una sensación de… esto lo he vivido y por alguna razón he llegado aquí para volverlo a recordar.
    La casualidad no existe, si la causalidad y esto es un no te olvides de que no estás solo, y hay más gente pura como tú.
    Reflejos de nuestra consciencia.
    Esto es exactamente.

    1. «Reflejos de nuestra consciencia»
      No me puede gustar más y es que es totalmente cierto. Todos somos una consciencia formando parte del todo.
      Qué bonito. GRACIAS.

      Hoy me has hecho un regalo y me alegra que estas letras te hagan sentir de alguna forma.
      Un beso gigante ❤

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