Una con amor, ganas y tu mejor sonrisa.
Cuando termines de soñar tu vida,
solo te queda hacerla realidad.
Dos con tus pies.
Corre tanto como puedas,
ve andando a todos sitios
y mantén activa siempre tu circulación.
Tres sin whastApp.
Cuatro con humor.
Ríete de ti mismo cada día.
Los demás perderán interés en reírse de ti.
Cinco con energía.
No huyas del sol y evita la sombra.
Seis con cha-cha-chá.
Da ritmo a tus días.
¡Las caderas se mueven!
Siete con hache.
Hache de honestidad.
Si eres fiel contigo mismo, te felicito.
Ocho con chocolate.
Olvídate de la estúpida báscula
y dale a tu cuerpo alegría Macarena.
Nueve con pasión.
Sáltate las normas,
corre (y con t) riesgos,
y dale una patada a la monotonía.
Diez sin política.
Al menos en este país,
es una carrera para memos.
Del once al noventa y nueve, tenemos ochenta y ocho maneras de decir «Te quiero» (aunque posiblemente hayan más).
Cien con un pasaporte para recorrer el mundo. Doscientas formas de hacer el amor, trescientas canciones que escuchar, cantar a lo Falete y hacerlas tuyas. Cuatrocientas citas en París, quinientas noches de confesiones a la luna y seiscientas mañanas sin dormir. Setecientas veces que lo intentaste y cuando llegó la ochocientas lo conseguiste. Novecientas maneras de besar…
Y la número mil te la dejo a ti. Para que encuentres tu mejor manera de vivir.
lindo ❤
Precioso.
Reblogueó esto en carzes.
Mi preferida es la 8, sin duda, en mis 1.000 maneras de vivir es una de mis imprescindibles, aunque también lo son muchas de las otras, pero el chocolate es mi debilidad jejeje… y leerte es otra delicia 🙂