Soy homosexual. ¿Sabes por qué? Porque tengo todos los colores del arcoíris…
Soy amarillo, la diversión innata que irradia en cada poro de mi piel. La sonrisa infinita que sin más pretexto que una buena compañía, hace de cualquier reunión un encuentro mágico, diferente, menos aburrido y menos absurdo. Junto la estupidez con los dedos de mis pies y en un afán por encontrarte, te cuento un chiste, tú te ríes, yo me río y todos reímos.
Soy azul. El azul de un mar en calma que puede convertirse en el más bravo de los océanos. Bailo con olas que juegan sin rima y con las ganas de lanzar a las nubes miles de besos. Seco el salitre de tus pestañas y lo hago azúcar glas (o azúcar moreno). Soy al que tachan de la lista de invitados en un lugar llamado «la casa del señor». Esos que nos animan a predicar con el ejemplo «ejem». Soy la ley que me prohíbe casarme con la persona a la que amo. Y ya eso de tener hijos, ni te cuento.
Soy rojo. Posiblemente de las personas más pasionales que hayas conocido jamás. Entrego mi alma en cada gesto, en cada amanecer donde las gaviotas juegan a ser linces presas de su vuelo. En cada latido de mi corazón que impulsa a mis pies a seguir avanzando en un camino lleno de espinas. Repleto de un jurado en fila india, que parece salido del mismísimo corredor de la muerte, donde por menos, quisieron meterme preso. Meterme presa. Pero aquí sigo.
Feliz. (Aunque a veces me rinda)
Fiel a mis pasos, a mis instintos y a mi propuesta de amar y ser amado. Que soy humano ¡joder!
Soy blanco. La sensibilidad hecha verdad. Posiblemente sé apreciar mejor que tú, cualquier silencio hecho gritos. Cualquier halo de luz que desnuda las hojas de los árboles del retiro. Y si no mejor, al menos, lo sé apreciar. Eso de mejor se lo dejamos a la vanidad, al cartel del ego que muchos llevan colgado a modo de #siquépasasoygenialytúunmierda. Admiro ese andar lleno de canas y esas arrugas donde podría perderme escuchando mil historias. Tengo una sensibilidad por la vida que ya muchos quisieran. Me gusta la lectura, hablar en diminutivo, a veces también digo palabrotas y créeme, mis brazos destruyen a su paso cualquier aire envenenado, tendiendo la mano a un aire fresco, puro, real. Y que te quede claro. El rosa, no siempre es mi color favorito.
Soy verde. Porque en el verde está la esperanza de mis pupilas. Porque en el verde me pierdo en las causas sociales y en esos que como yo, tienen que luchar día a día para hacerse con el respeto, darle la mano e ir caminando sin prisas. Soy el verde en estado puro. Confiriéndose como símbolo de identidad innata, en un mundo que se empeña en hacerme creer que estoy enfermo. Que estoy enferma.
Soy lila. Me calzo en mis zapatos de talla valentía. Inteligente, cuanto menos interesante, te hablo tanto de historia como de poesía. Trazo pétalos en las estrellas y cuido de mis amigos como si fueran mi familia. Realmente lo son. Soy el lila que a veces se esconde tras las nubes, cuando la lluvia moja mis intentos de seguir descalzo, desnudo, insensato en una realidad extrema.
Soy naranja, un torbellino de energía que por mucho que intentes pararlo no podrás. Presumido y presumida a más no poder, amante del buen gusto, del querer y del olor a miel. Me llamo Ana, Javier, Antonio. Algunos me dicen Paco y otros Susana. Soy moreno, soy rubia y pelirroja. Me encanta el chocolate, el buen vino y los caracoles. Tengo trabajo,o no, creativo, estudio y me encanta hacer deporte. Aunque también me gusta no hacer nada, bailar y dibujar dinosaurios. Soy el secreto inconfesable y el dolor que me produce tu rechazo. Porque aunque tú no lo sepas yo…
siento,
lloro,
amo,
descubro,
respiro…Igual que tú. Y que tú. Y que tú también.
Porque aunque tú no lo sepas yo…
Soy un hombre al que le gustan los hombres.
Soy una mujer a la que le gustan las mujeres.
Soy homosexual. ¿Sabes por qué? Porque tengo todos los colores del arcoíris…
Date: Wed, 16 Jul 2014 19:59:45 +0000 To: sandrallanito@hotmail.com
Bañarse,
purificar los resquicios donde se refugia la inconsciencia
para que la luz, en su infinito viaje,
cual experimentado prestidigitador,
despliegue su invisible pañuelo de colores arco iris,
deslizándose,
cual delicada caricia,
sobre la huella que,
el rostro del tiempo deja,
en su entretenido juego
con la infravalorada EXISTENCIA,
… a cada momento.
Un beso de colores, Floricienta
mandalamigo..
Te felicito, es espectacular y muy buena reflexión, no lo había pensado así nunca.
Un beso,
es muy bueno , te decia que dios nos ha puesto a cada hombre y mujer diferentes y al mismo tiempo iguales con distintas formas de ver la vida.
mira yo recuerdo cuando era niño mis padres nos llevaron a barcelona a mi hermano y a mi a visitar a mis primos y tios , un dia nos fuimos a chitges que es un una ciudad costera cerca de barcelona , pues bien delante nuestra habia dos personas del mismo sexo dandose un beso y haciendose carrentoña por el paseo aquel bueno como era pequeño no lo entendia , y hoy tampoco lo entiendo, oero bueno si dios lo ha puesto asi hay que respetar a cada uno su forma de pensar
Entre tanta magia sólo me queda: ❤ ❤ Gracias
Una vez más, te has vuelto a superar. ¡Me encanta! Una bonita reflexión acerca de la igualdad, de la vida y de las personas.
Un beso,
Patricia.
Bonita entrada 🙂
Bonito mismo!!!
Preciosa entrada!
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Me encantan los colores! felicidades!!
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A.na!
Yo también soy de colores !!! Me encantó, 🙂