el rincón de floricienta
Floricienta tomando café en su último viaje a Disney.

No debería, lo sé, pero aún me siguen sorprendiendo esas personas capaces de herir tanto a los demás y de una forma tan destructiva. Sin más. Sin menos argumento que un acto triunfal de una guerra que ellos mismos inventaron. Con sus jueces cabecillas y un ejército supremo de estúpidos séquitos a la orden del más fuerte. Del más débil realmente.

Hay personas que no creen en las buenas personas. Hay personas que se empeñan en desmontar el amor y la honestidad que otras personas sienten hacia la vida, hacia otros seres y hacia su particular punto de vista sobre este mundo de mierda que nos ha tocado vivir. Así nos lo impusieron y así te lo has creído.

Hay personas que por «llamarme» Floricienta, me acusan de inmadura, de vivir en un mundo teñido de rosa (odio el rosa por cierto), de pensamientos banales, de una historia escrita en argot naïf y de budismo mediopensionista. ¡Madre mía! Miserias en un contar finito, por suerte, que tras la última entrada «Te-exquiero» me han hecho reflexionar y mucho. ¿Qué les pasa? ¿Qué narices les pasa? Sí, sé que no debo dejar que me afecte. Sí, sé también que a palabras necias oídos sordos pero ¡ya está bien de tanto daño! ¡Ya está bien de querer herir a los demás sin sentido! Y no lo digo solo por este blog, que al final, no es importante. Lo digo y hablo (bueno, escribo) en general, en todos los ámbitos y relaciones que establecemos las personas con otras personas. En la mala costumbre de hacer demagogia para disfrazar un tema concreto. En la mala costumbre de poner en contexto y en boca de otros, palabras, opiniones y amañados argumentos. Como cuando escribo de amor y me saltan algunos con el maltrato. ¿Acaso escribí que hay que amar o llevarse bien con alguien que nos ha maltratado en cualquier sentido? ¡¡Por favor!! Alguien que agrede a su pareja o a cualquier persona (o ser vivo, ya que estamos) habría que meterlo preso. O quemarlo directamente. Y así miles de especulaciones . Me hablan de ego. ¿Hay algo más egocéntrico que apropiarse de un texto y hacerlo tuyo dándole el sentido que a ti te ha dado la gana? ¿Hay algo más egocéntrico que imponer un criterio con grosería y sorna? Hablé de «odio», no de ODIO. Esto mejor te lo explico en otro post. Si nos pusiésemos a analizar cada párrafo (como muchos aburridos y aburridas hacen con mis textos) podrían llegar a pensar incluso, que realmente son versos satánicos y que todo lo que aquí se dice es mentira.

Ya lo dije una vez, esto NO es un manual de autoayuda ni me apellido Coelho. Ojalá. Así al menos mi cuenta bancaria estaría bailando todo el día la macarena. Aquí no hay verdades absolutas y puedes estar de acuerdo o no, te puede gustar mi forma de escribir o parecerte banal (que lo es muchas veces). Puedes compartir mis opiniones o no, pero lo que no voy a consentir, es que me faltes al respeto. Ni a mí ni a nadie que quiera libremente, compartir sus opiniones. Como otros casos donde he leído auténticas «locuras» de unos a otros.

En cualquier caso, no voy a consentirlo. ¿Sabes por qué? Porque esta será la primera y última vez que te de esta importancia.

Lo que tú digas.

Piensa lo que quieras, escribe lo que quieras. Los comentarios están abiertos, ya lo ves. No borro ninguno pudiéndolo hacer, y para los que conocen a la Irina que hay detrás de Floricienta, no sean cobardes. No se hagan perfiles falsos y hablen conmigo. Al fin y al cabo, pueden hacerlo. ¿Verdad? También les digo a esa minoría (para mi suerte) que se empeña (como digo) en desmontar reflexiones a modo de insultos o palabrería indecorosa, que realmente me dan más fuerza para seguir haciendo lo que más me gusta. Ayudar a los demás. Esa es la única intención que tienen mis textos. Emocionar, ayudar, llegar al corazón de quién es capaz de leerme con él, simpatizar o tender la mano a todas esas personas que estén pasando o hayan podido pasar por lo mismo que yo. Compartir historias vividas o inventadas. O que me han contado. Jamás con intención de dañar a nadie. Jamás con intención de juzgar a nadie, porque por más que te pese o te cueste creerlo, soy una buena persona. Y como yo, hay miles, millones en el mundo. Sí, di ahora que quién dice ser una buena persona no lo es tanto. Ricemos el rizo hasta dejarlo liso. Todos tendríamos el cabello como los coreanos.

Junto mis imperfecciones (soy tremendamente imperfecta aunque tú te empeñes en decir que me creo que no), con mis errores, y con lo poco que sé de la vida para sumar en positivo y contribuir a crear un espacio donde las personas que lo leen, se sientan bien y puedan llevarse en la mochila un trocito de esperanza. Que ñoña soy, ¿verdad? Que estúpida, ¿verdad? Qué sabré yo de la vida, ¿verdad? ¡Qué coño sabrás tú de mí, de mis experiencias y de lo que he podido vivir y sentir! Quizás he sido inteligente y he transformado mis fracasos y derrotas en algo bueno para ayudar a los demás. Eso no lo pensaste cuando me juzgaste tan libremente.

 

Y no.

Tampoco pretendo gustar a todo el mundo (qué cansinos y qué cansinas).

Y no.

Tampoco pretendo que mis textos sean la nueva biblia del siglo XXI.

Y no.

Tampoco estoy diciendo que no acepte las críticas ni que aprenda de ellas. Honestamente creo que no hay mejor maestro que las críticas; pero las críticas constructivas. No las faltas de respeto y el acoquinamiento barato de muchos que se esconden tras una pantalla. Exponerse al mundo tiene sus riesgos. Lo sé. Y este, es uno de ellos. Cojo aire y aprendo a aceptarlo.

Aunque duela.

Por eso te digo hoy que, lo que tú digas.

 

Al final, seré para ti quién tú quieres que sea.

Al final, mis intenciones por muy idílicas y buenas que parezcan ,si tú quieres, las tirarás abajo. Con el apoyo de los que piensen como tú.

Al final, lo que tú digas será siempre tu razón de ser. No la mía.

 

Como algunos que se burlan de «mis faltas de ortografía». No es que sea catedrática y una escritora excelente, que no lo soy. Pero de ahí a que cometa faltas de ortografía hasta el punto de hacer sorna (aprendí hace poco esa palabra y ahora la uso en demasía) va un mundo. Podré tener fallos gramaticales, de puntuación, de expresión, y se me puede escapar alguna que otra falta hortográfica 😉

¡Por favor! Si quieres ayudarme dime cuáles son, que yo agradecida las corregiré. Sí, las corregiré. A veces parece que mis textos se someten a juicios y que el corredor de la muerte me espera.

 

Supongo que es lo que tiene llamarse Floricienta. Si no, que se lo digan a Risto Mejide.

Supongo que es lo que tiene defender y creer en un mundo mejor.

Supongo que jode que escriban textos que remuevan tantas conciencias y corazones.

Supongo que jode leer «verdades» (recuerda lo que dije arriba de verdades absolutas) y aceptarlo, no es plato de buen gusto de nadie. Ni siquiera el mío.

Supongo que muchos y muchas no tienen nada mejor que hacer que daño, y al final, voy a creer que sí que existen malas personas.

 

Lo que tú digas.

¿Sabes lo que te digo yo a ti? Que seguiré escribiendo.

Seguiré ayudando a todo aquel que quiera y seguiré dándole vida a modo de escritos (con más o menos faltas de ortografías) a mis experiencias, a mi modo naïf de ver la vida y a la honestidad de mis pasos.

 

GRACIAS a todos.

A los que me hacen más fuerte con sus despropósitos,

y a los que de corazón, me demuestran tantas muestras de cariño.

 

Ahora escribe lo que quieras.

Lo que tú digas.

Lo que yo diga.

 

132 comentarios en “Lo que tú digas.

  1. Sigue así. Tus textos son muy buenos, y tus reflexiones son un gran apoyo para mucha gente (entre los que me incluyo).

    Es muy de agradecer la sensibilidad con la que escribes.

    Y demuestras como hay que enfrentarse a gente dominada por la amargura y el rencor.

    Allá ellos.

    Muchas gracias por escribir.

  2. No terminé de leer este post, pero con el principio me bastó.
    Recuerda que si te detienes a tirarle piedras a todos los perros que te ladran en el camino, nunca podrás llegar a tu destino. Ánimo, y sigue asiendo lo que te apasiona, las personas siempre hablarán. Saludos

  3. Buenas tardes.
    No soy seguidora habitual de tu blog, pero sí he leido unas cuantas cosas tuyas. Después de leer este post me he dado una vuelta por los comentarios de la entrada de «te ex-quiero» y sólo puedo decir una cosa: madre mía, cuánto enfermo hay por el mundo.
    Comprendo que tener que leer esas cosas te afecte de alguna manera (seguramente a mí me afectaría) pero estamos hablando de personas que critican el nombre que te has puesto como si eso fuera motivo para descalificarte. (¿Qué demonios les pasa, no tienen argumentos?), de personas que se ve a la legua que están detrás de varios perfiles distintos (¿Qué demonios les pasa, no tienen vida para tener que entretenerse así?). En fin, no merece la pena seguir. Por desgracia en este mundo hay de todo y ninguno nos libramos de toparnos con gentuza en nuestra vida, pero las personas que no conocen el respeto no merecen ni tu respeto ni tu tiempo ni tus palabras ni nada.
    Por cierto, yo soy MUY maniática con las faltas de ortografía y con tu texto no sólo no me han dolido los ojos como me pasa habitualmente sino que casi se me saltan las lágrimas al comprobar que sabes que ti no lleva tilde. Todos podemos cometer algún error de vez en cuando pero tu nivel ortográfico está bastante por encima de la media general de internet.
    Mucho ánimo.

    1. Muchísimas gracias Ana, de corazón. Me tranquiliza leer comentarios como el tuyo y me da fuerza para seguir haciendo lo que más me gusta.

      Yo también me hice las mismas preguntas y cuestiones que tú. Increíble. Tienes razón en todo lo que dices,lo mejor es llevarlo con la mayor serenidad posible y punto.

      No dudes en corregirme las faltas que veas,me harás un gran favor 😀

      Un beso fuerte y mil gracias.

  4. Sinceramente, tengo pocos meses que te leo, y tu blog me parece increíble, no debemos dar importancia a lo que piensen los demás… Recuerda, no importa lo que otros piensan de ti, lo único que importa es que seas feliz con quien tu eres!!… (Sin importar tu nombre, sobrenombre o sea el nombre que utilices, lo único que importa es la calidad e interés con la que escribes las «Verdades absolutas» jeje) Y bueno hablando de FALTAS ORTOGRÁFICAS?? De todas las reflexiones y demás que he leído no he visto una sola, seria bueno que te las marcaran para que te corrijan, aunque, primeramente la persona que te lo dijo debería de estar seguro(a) que el es un PERFECTO(A) en la ortografía porque si te lo dijo es porque él lo es… (Aunque con o sin faltas de ortografía, aquí nos tienes leyendo esos buenos textos que publicas)… En fin, simple y sencillamente lo haz dicho todo, y está demás decirle: Lo que tu digas!!! Porque al final eso será… (Porque lo que el o ella… dirán lo que se les apetece, pero a ti, simple y sencillamente no te debe importar su opinión, y sé que así es) cada quien somos lo que se nos apetece ser… Y si a la gente no le gusta, que se compre una vida y dejen de criticar la de los demás!!!

    Un enorme saludo!!!!

    1. Muchísimas gracias Eva. Agradezco de corazón este tu apoyo y tu presencia en Floricienta. Supongo que llevas razón y debo de aprender a pasar por alto sin más,esos ataques gratuitos.

      Mil gracias de corazón.
      Un fuerte beso.

  5. Yo te leo con el corazón 🙂 No te bajes el ánimo que son los más dolidos los que encuentran cosas que criticar en un texto lleno de esperanzas por lo bueno que hay en este mundo!

  6. A mi me encantas con esos defectos tan perfectos que tienes Floricienta, y sólo te conozco de leerte y me sirve para que mas de un día me hayas sacado una sonrisa en un día gris.
    Sigue escribiendo y sintiendo la vida, como lo haces.

  7. Yo también empecé por el escrito de te ex-quiero y me pareció un escrito precioso y lo más bonito de todo era el mensaje de dentro. Se lo reenvié a mis exparejas a las que sigo queriendo aunque de otra manera para que ellos también lo leyeran… y la verdad que el efecto fue el mismo que en mi : que bonitas palabras.
    En fin, sigue escribiendo desde el corazón pq es precioso lo que dices.
    Un besazo

  8. Estaba leyendo los artículos de tu blog y de repente me encuentro con esto. Creo que es una cagada total, de verdad. Es una pérdida de tiempo para el que lo lee y para ti que lo escribiste. Esto no ayuda a nadie, que se supone que es lo que a ti te gusta. Además, yo creo que las críticas sean constructivas o no, son buenas. Primero porque tienen su fundamento en la envidia. Segundo, porque sino tienen argumento y se basan en subnormalidales, no merecen la pena ni ser leída. Y tercero, quiere decir que al menos te leen. Está claro que cada persona es un mundo y para gustos los colores, no esperes gustarle a todo el mundo, es imposible y personas malas está claro que hay tu misma lo dijiste al principio de tu entrada aunque al final te hayas contradecido. Para mí personalmente, tienes textos muy buenos y bonitos. Yo no te voy a animar a que sigas escribiendo porque lo vas a seguir haciendo, te gusta y se nota. Sólo quédate con que tienes ingenio, sabes escribir y eres leída por muchas personas, incluida yo.

  9. Me encanta lo que haces, admiro tu libertad y las ganas de compartir parte de tu vida al mundo. El compartir es darse tal cual uno es, y para eso no existe perfeccion q valga, simplemente compartes lo que piensas, sientes y listo! Es muy bonito encontrar humanidad y sencillez en lo que uno lee, frescura…, te mando un abrazo, sigue compartiendo!

  10. A mí también me gustan muchísimo tus post, de verdad espero que pronto puedan estar en papel, sin embargo no te desgastes, no le des importancia a aquellos comentarios que en lugar de ser constructivos sólo destruyen, tu propósito aquí es expresar sentimientos y compartirlos más no estás para preocuparte si les gusta a los demás lo que escribes o no.
    Creo que tú mejor que nadie lo sabe, a la mayoría de nosotros, y me incluyo en esto, nos gusta lo que encontramos aquí. (: Me gustaría que compartas más experiencias para continuar leyéndote.
    Recuerda que siempre habrá criticas tanto buenas como malas, pero no dejes que esas personas te limiten a seguir escribiendo y a seguir expresándote de la manera en que lo haces.
    Por último, recuerda que por más que intentes hacer las cosas bien y agradarle a todos los que puedas, nunca, nunca en la vida vas a quedar del todo bien, pero mientras tú te sientas segura y feliz con lo que redactas, BASTA.
    Buen día

    1. Muchas gracias Valeria, cuánta razón llevas en tus palabras.

      Te agradezco de corazón tu mensaje y tu presencia en Floricienta. No descarto la posibilidad de convertir los escritos en papel 🙂

      Un abrazo fuerte y feliz 2015 ❤

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