Quiero una cita contigo, donde me quites el hipo y me llenes de hambre.
Quiero una cita contigo, bebernos el vino de nuestros labios rotos y besarnos las cicatrices.
Quiero confesarte mis secretos y que mimes con cautela mis miserias.
Quiero una cita contigo y que cuando pasen las doce de la noche, aún me sigas viendo Cenicienta.
Quiero impregnarme de la inocencia bendita de tus ojos magos y de ese latir sincero que comenzó a retumbar en mi piel desde el primer adiós.
Quiero seguir sumando segundos e instantes de #quierovertetodoeltiempo, tocar el cielo con la punta de mi nariz y seguir sintiendo el sexy baile de ese cuerpo que debe de ser pecado.
Y es que yo solo quiero una cita contigo que dure toda la vida.
No quiero flores, ni regalos tripitidos ni besos amarillos.
No quiero una nómina llena de promesas, ni un sentir forzado lleno de afeites.
Tampoco es necesario que me bajes la luna. Está bien bonita donde está.
No quiero que te disfraces de príncipe ni vengas a buscarme en un caballo de algodón. Tampoco hará falta que libres mil batallas por nuestro amor y no tengas prisa por recorrer el mundo de mi mano.
Tengamos una cita. Desnudemos nuestros miedos con cautela y seamos justos con el mapa de nuestras pupilas. Escuchemos el silencio de lo aprendido y saboreemos el néctar de esa magia que hizo que hoy tú y yo vivamos bajo un mismo cielo.
No quiero más lujo que un sentir honesto. No quiero más joyas que una mano decidida que por encima de todo y de todos me dispondrá sincero su regazo. No quiero más atuendo que tu piel desnuda y rizar en mil anécdotas nuestras pestañas curtidas. Conjúgame los verbos de mis lunares y estrújame en tu pecho firme y fuerte cada noche. Aunque a veces me pierda yo estoy aquí. Cautelosa, honesta y a veces amilanada, observando desde cerca si esta realidad es solo mía o de los dos.
Y es que yo solo quiero una cita contigo. Impregnarme de tu voz, de la belleza melódica de tus acordes hechos guitarra y aprender del desorden y de tus despistes. Quiero una cita donde me enseñes a ser paciente, donde me hagas entender que no siempre los hechos se escribieron con hache y donde me devuelvas la capacidad de amar que perdí en aquel barco sin marinero. Quiero una cita contigo donde llenes de colores el vacío de mi alma, donde seques mis lágrimas aún torpes y donde me permitas el lujo de poder compartir esta vida contigo.
Quiero ser tu mapache y que no te canses nunca de limpiarme el rímel de mis párpados mojados.
Quiero ser la mejor cita de tu vida y aprenderme de memoria los lunares de tu tez morena, perfecta y sincera. Quiero ser la extensión suprema de tu risa y los dedos que juegan con tu pelo.
Quiero tatuarme de VERDAD y sentir opaco el amor que desprendes por la vida, por ellos y por mí.
Quiero una cita contigo que dure toda la vida.
Reblogueó esto en Porta dos Soños.
Eres como una brisa fresca de esperanza…,eres pura magia………<3
En verdad, me fascinan, me emocionan, me llenan de sentimientos, esta bellisimo tu blog y este texto se convirtió en uno de mis preferidos. Saludos
Me encantó , justo lo que yo quiero
Felicidades por monstrar cuales son los verdaderos caminos del alma
Hermoso.
¡Qué bonito irina! Me has emocionado con cada una de tus frases y me has hecho sentir que yo también quiera esa cita, que dure toda una vida, pero sólo si se parece a lo que también has descrito…
Un beso y feliz semana 😉