Siempre estás presente. Amaneces en mis soles y te duermes a mi lado en cada luna. Eres el eco permanente de mis días y desdibujas en papel mojado aquellas lágrimas que te vieron partir. Siempre estás presente. Como aquel duende que juega conmigo a hacer volteretas y risueña me encuentra en cada aurora. Junto a ti. Siempre…
Erre.
